Curvilínea y poleaholic

«Hola, soy Arheli y soy curvilínea… Y poleaholic”, es la frase que diría a alguien que acaba de conocerme. «¿Una curvy haciendo pole fitness? Imposible», dirían algunos pero… ¿Qué creen? Que sí se puede.

«Hola, soy Arheli y soy curvilínea… Y poleaholic”, es la frase que diría a alguien que acaba de conocerme. Las curvas, evidentemente, no se pueden ocultar, pero, ¿poleaholic? ¿te cae? Pues sí, me cae, hago pole fitness desde hace varios meses.

Al principio, creí que no podría o, lo que piensan muchos, que es un deporte para flacas, pero hoy puedo decir que llevo 10 felices meses practicando esta maravillosa actividad.

En realidad, nunca fui fan del ejercicio; de hecho, fue hasta mis 30 años que pude hacer un push-up (con eso te digo todo, querida curvilínea). Supongo que sólo era cuestión de encontrar una actividad que fuera conmigo y que me entretuviera lo suficiente como para no querer desistir.

Así es el pole fitness. Al principio no te sale nada, te caes, te duele y, por supuesto, te desanimas, pero es cuestión de que te salga el primer movimiento para que quieras seguir… y seguir… y seguir. Eso y el letrero en el espejo con la leyenda “Prohibido decir ‘no puedo’” son cosas que te invitan a intentarlo todas las veces que sean necesarias.

Hoy, luego de casi un año, sigo despertándome por la mañana cada martes y jueves con todas las ganas para ir a hacer lagartijas, sentadillas y unas abominables abdominales que hacen que me duelan músculos que ni siquiera sabía que tenía…

¿Vale la pena?

¡Claro! ¡VALE TODA LA PENA DEL MUNDO! Porque cada vez que logro alguna nueva figura o movimiento, el dolor y los moretones (típicos del pole fitness) quedan en el olvido y lo único que importa es esa pequeña meta cumplida.

https://www.instagram.com/p/5h9Q5kEtQJ/?taken-by=yocurvilinea

 

Es importante comentar que, luego de 10 meses, no he bajado ni un gramo de peso; y digo que es importante pues el motivo principal de este post no es decirte que TIENES que hacer ejercicio para perder kilos. Yo no los he perdido.

La idea de este texto, es platicarte lo bien que me ha funcionado a mí ejercitarme sin que la finalidad sea adelgazar. Fui al gimnasio un tiempo, he intentado correr o hacer programas de ejercicios caseros buscando bajar de peso y ninguna vez terminé el proceso.

Entonces, ¿cómo influye el pole en mi vida?

Para mí, el practicar pole fitness me hace feliz, me motiva todos los días, me inspira, me quita el estrés, me hace dejar a un lado los problemas y preocupaciones. También me ha ayudado a trabajar en un par de cuestiones que no estaban tan desarrolladas en mi persona: La disciplina y la constancia. Dos factores fáciles de decir y difíciles de cumplir que, sin embargo, son elementos clave para poder alcanzar nuestras metas, cualesquiera que éstas sean.

El pole fitness llegó a cambiarme el esquema. Además de hacerme cada día más fuerte, me ha dado una nueva percepción de mí: La de la Arheli poderosa que puede hacer todo lo que ella quiera si se lo propone, esa Arheli a la que ya no le apena que le vean los muslos gruesos o el rollito de la cintura…

La Arheli que se siente segura y linda cada vez que se mira al espejo pues se sabe capaz de lograr cosas que nunca imaginó.

https://www.instagram.com/p/BMEuobBjIp2/?taken-by=yocurvilinea

 

El pole fitness, al igual que vivir plenamente (en toda la extensión de la frase), no es para cualquiera pues TODOS tenemos la capacidad para realizarlo, pero no cualquiera se aventura a hacerlo.

Te reto a intentarlo, a atreverte, lo peor que puede pasar es que no te guste. Deja afuera los miedos, los prejuicios y los ‘peros’; pole, yoga, pilates, crossfit, running, bailar o caminar… Las opciones son infinitas, sólo tienes que encontrar la indicada para ti.

Gracias por leerme 🙂